LeadCare Illinois has paused processing lead-in-water test kits while we wait for a new round of funding for the program to be released. Sign up for our waiting list, and we will notify you as soon as we resume processing test kits.
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No existe un nivel seguro de exposición al plomo en los niños. Aunque la exposición al plomo tiene repercusiones en la salud de las personas de todas las edades, los efectos son especialmente preocupantes entre los bebés y los niños menores de seis años. El cuerpo en desarrollo de los niños absorbe más plomo al que están expuestos que el de los adultos. Las fuentes habituales de exposición al plomo son la tierra contaminada, los restos de pintura a base de plomo y el polvo de pintura. La exposición también puede provenir de una fuente cotidiana: el agua potable. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la exposición al plomo, incluso a niveles bajos, puede dañar el cerebro y el sistema nervioso en desarrollo de los niños, lo que contribuye a un menor coeficiente intelectual, pérdida de la audición y problemas de aprendizaje y comportamiento dentro y fuera del salón.
El plomo es invisible. No se puede ver, oler ni saborear en el agua potable. El plomo puede ingresar al agua por la corrosión de las tuberías antiguas, los grifos u otras accesorios de plomería que contienen plomo. Los niños pasan mucho tiempo en guarderías de cuidado infantil y probablemente beben agua del grifo y comen alimentos preparados con agua de estas casas o edificios. La única manera de confirmar que el agua no contiene plomo es realizar pruebas. Las pruebas lo ayudarán a identificar las posibles fuentes y tomar las medidas adecuadas para proteger a los niños, una de nuestras poblaciones más vulnerables.